viernes, noviembre 27, 2009

Alta traición

No amo mi patria.
Su fulgor abstracto
es inasible.
Pero (aunque suene mal)
daría la vida
por diez lugares suyos,
cierta gente,
puertos, bosques de pinos,
fortalezas,
una ciudad deshecha,
gris, monstruosa,
varias figuras de su historia,
montañas
-y tres o cuatro ríos.



José Emilio Pacheco

Lo que cuesta la vida

Pasar dos noches en hospital de medio pelo en lugar de pasarlas en los separos del MP entre otros criminales como tú: 3000 pesos.
Mordida para liberar tu automovil antes de dos meses: 3000 pesos.
Pago de infracciones que no cometiste: 2500 pesos

Que un suicida se arroje contra tu vehículo en una vía principal sin iluminación no tiene precio.
Para todo lo demás están tus pocos ahorros, los de tus amigos, los de tu familia más cercana y la bendición de contar con un seguro de buena cobertura.

No, definitivamente no amo mi patria.

viernes, noviembre 06, 2009

Cuando me da el váguido

En las dos últimas semanas me he sentido enfermo. De repente, a cualquier hora comienzo a sentir dificultad para respirar, como si mis pulmones no pudieran llenarse completamente de aire. La semana pasada en la noche me puse peor, se me entumecieron los labios y me hormigueaban las extremidades, la sensación de ahogamiento aumentó, me sentía mareado y pensé sinceramente que moriría en Puertro Morelos en los brazos de la mujer que amo, tuve miedo. Durante mucho tiempo había pensado que lo mejor que podría yo hacer era morir, en verdad creía que no sería capaz de desarrollarme exitosamente en ninguna actividad económicamente productiva o no productiva. Soy muy proclive a la dispersión, las cosas me aburren muy pronto, me cuesta trabajo lidiar con las personas y tengo muy pocos amigos, qué podría esperar. No creía que valiera la pena matarse trabajando para entrar en la cadena alimenticia y sin siquiera llegar a ser famoso o rico o cuando menos respetado, al diablo, pensaba, pinche vida está mal hecha. A fuerza de vivir uno se acostumbra, va encontrando pequeños gustos, a medida que el cuerpo se deteriora más se aferra a la vida. Jadeante, a las tres de la mañana, en la noche completamente silenciosa de mi colonia, pensé que no quería morir aún, que no quería morir ahí, en ese pueblo olvidado, que no quería dejar sola a mi mujer, que aún quería hacer algunas cosas, qué cosas, no lo sé, ni sé si lograré hacerlas, pero en ese momento sentía ganas de reconciliarme con todos y con todo. Recordé a mi abuelo que renegó de la iglesia toda la vida y el día de su muerte, agonizante, pidió que le llevaran a un cura. El malestar sigue, a veces mejora con un aerosol como el que usan los asmáticos y que me recetó un médico que no supo lo que me pasaba. Y esto es todo, no hay conclusión.

miércoles, septiembre 30, 2009

Comida y grafitti

¡Tortazo!

Ayer fue el cumpleaños de un buen amigo y decidí regalarle una tarta de frutas. Hice una base de galleta quebradiza con mantequilla, la horneé cuidando celosamente la temperatura y, una vez enfriada, le extendí una fina capa de chocolate, luego la rellené con una crema pastelera aligerada con crema batida y aromatizada con vaina de vainilla natural y arriba acomodé kiwis prolijamente rebanados, pitahaya idem, zarzamoras y uvas globo. Aunque suene fácil y se pueda describir así de breve, pasé prácticamente todo el día construyendo la tarta perfecta. En la noche causó una grata impresión entre todos los invitados a la celebración, todos la alabaron, alabaron la combinación perfecta y armoniosa de las frutas, alabaron la cremosidad del relleno, el punto exacto de la galleta, recibí felicitaciones, pidieron mi número para futuros pedidos, preguntaron minucias acerca de la elaboración, se propusieron como accionistas de una hipotética pastelería, en fin, un éxito total, una tarta bomba. Me sentí feliz por un instante, orgulloso de mi creación. Luego de unos diez minutos, todo había desaparecido. Uno de los comensales dijo algo que no había pensado yo antes de ese modo pero es relativamente cierto: "los chefs son como los grafiteros, hacen una gran obra y cuando se dan cuenta ya no está: arte efímero". Claro que un buen platillo debe ser también susceptible de producirse en serie pero ese es tema para otro post.

viernes, septiembre 25, 2009

With a bible and a gun

I went out walking with a bible and a gun
The word of God lay heavy on my heart
I was sure, I was the one

Johnny Cash, "The Wanderer"

El asesino del metro Balderas refirió que fue al D.F. explicitamente a difundir su mensaje, sus ideas. Afirmó también ser un asiduo lector de la Biblia. Fue a difundir sus ideas para que la humanidad estuviera prevenida. El asesino venía de una ranchería y al parecer dice haber cursado la carrera de veterinaria, es decir que probablemente piso aulas universitarias aunque algo me dice que no se tituló. Traía cinco mil pesos y pensaba regresar a su pueblo cuando se le terminaran, lástima que no se le terminaron antes, cuando cinco mil pesos no deben durar, duran, pinche ley de Murphy.
Tengo una amiga que lloró al ver el video de la balacera. A mí también me puso mal, me pone mal tanta violencia, como si fuera el nacimiento de algo terrible, como si todos lo sintiéramos pero prefiriéramos voltear la cabeza a otro lado. Dan muchas ganas de tomar una pistola e hincarse a leer la Biblia.
Una rata amaestrada, regularmente amaestrada, un laberinto siempre cambiando de organización, paredes altas, siempre más y más altas, cada día una cámara, una bóveda oculta, una trampa ya vista pero no vista esta vez que vuelvo a tropezar en ella. Mi pensamiento es la rata, mi mente el laberinto.
Quien haya estado aquí antes ya sabe que no hay mucho que decir. Ánimo de canción de Radiohead. Nada para la acción, soy lo que contemplo, soy todo, no soy.

jueves, septiembre 24, 2009

Acerca de Einstein

El otro Einstein de Andrés Ruemer. Teatro “Telón de asfalto”, calle Perpetua número 4 casi esq. con Insurgentes.

Me voy enterando de que Einstein tuvo un hijo esquizofrénico al que vio por última vez cuando tenía 21 ó 22 años. ¿Einstein o el hijo? Sobre éste y otros chismes trata una obra de teatro. Estaba escuchando a una mujer hablar acerca de esto en la radio. En la obra se exploran los recovecos de la vida privada de Einstein: que si fue machista, que si era mal esposo, que si su exmujer murió en la miseria, etcétera. Casi nunca pienso en Einstein como una persona normal, de carne y hueso, me parece que el hombre real fue suplantado en la historia de la humanidad por la leyenda un mero vehículo de un conocimiento superior, el que trae el fuego de los dioses, no me importa en realidad su vida privada. ¿No es eso parte del chisme? Y si él no hubiera deseado eso, en fin, qué sería de la vida sin el chisme. Me gustaría ver la obra, de hecho desde hace días me gustaría ver cualquier obra de teatro o ir a la cineteca o a la UNAM o a otro lugar cualquiera lejos del paraíso. Por aquí casi no hay nada de eso que suelen llamar alimento del alma. Es una sensación extraña, como de luces que se te van apagando por dentro, luego dejas de extrañar, supongo.
Y por otro lado escucho que todo está tapado en el Distrito Federal. Bloqueado Tlalpan, intensa carga vehicular en eje 1 centro, tránsito lento en segundo piso del periférico, y un largo, largo etcétera. Sin embargo a pesar del agua que escasea, la violencia que germina, el tránsito eterno y omnipresente, la paulatina formación de un exoesqueleto en los pobladores, a pesar de tanta y tanta mierda flotando en el ambiente a veces extraño mucho el D. F.
Afuera está nublado. Hace dos días que no voy al mar. Nubes negras cubren ocasionalmente el cielo.

miércoles, septiembre 23, 2009

Tiempo y fatalidad

Siempre ha sido duro para mí enfrentarme a la hoja en blanco, supongo que lo mismo será para la mayoría o no existiría entonces el mito de la hoja en blanco. Padezco últimamente cierta amnesia del oficio, olvidos no de cosas sino de modos de hacer cosas. Debo de reconocer que estos últimos diez años de vida los he pasado la mayor parte del tiempo echando la hueva, consumiendo substancias prohibidas y en compañía femenina. Sumergido en la sensualidad de mierda, como un sapo en el lodo y eso no es lo terrible, lo terrible es que todo yazga allá, solamente en el pasado, que trozos de esos momentos no pueden vivirse ya ni nada que se le parezca tampoco.
Ya no siento hace tiempo la semilla de una historia germinando en mis pensamientos diarios. Ahora pienso mucho en la fatalidad del tiempo, en la juventud que acaba, en las cosas que jamás volverán a ser lo mismo que fueron. Un alejarse de botes de nuestra costa hasta que simplemente no hay más botes y quedamos solos en la majestuosa playa del yo contemplando horizontes.
Esta última semana he estado muy a gusto echando la hueva. Tomándome unas merecidas vacaciones, aunque sea sin goce de sueldo. Fantaseo mucho, todo el tiempo, pienso en sexo buena parte del tiempo, una efervescencia….
Siento el fin de la juventud galopando sobre mi nuca, me atemoriza un poco. Supongo que lo mismo será para la mayoría.

Espejismo. Dolor de cabeza

sobre mis cejas una línea de horizonte
por ahí desfilan los fantasmas de la memoria
sobresale tu silueta
tu silencio de mujer que amé, mal
porque de todas las formas de amar escoge a veces uno
la peor;
no fuiste tú, no serás jamás tú
fui yo y la mala forma de amar

viernes, septiembre 18, 2009

A enflacar mientras engordo las estadísticas del desempleo

El martes pasado tras otra de sus acostumbradas sesiones de cocowash y de aquello de que la calle está muy cabrona, que la crisis, que ustedes están muy bien pagados, etcétera, mi jefe, hoy ya ex jefe, me propuso joderme más por el mismo dinero. Entre otras cosas yo tenía que renunciar a mi día de descanso del miércoles, un día que iba poder pasar con mi mujer, con quien no pasaba un día desde hacía dos meses, también tendría que cubrir a otras personas que iba a despedir y pasarme a la cocina y trabajar con el joven Percebe a quien no soporto. Dudé pero le di las gracias y me fui, no más jugar con él al restaurante, para ser honesto todo el proyecto me tenía profundamente decepcionado. Fue una experiencia corta pero siento como si hubiera sido mucho tiempo. Estoy entumido, anquilosado para escribir, debo disculparme con los lectores, con los que accidentalmente lean esto, no sé cuando, pero sin duda tendré que poner aquí, para que conste en el blog esta época difícil, un texto dedicado a estos largos tres meses que pasé tratando de echar a andar un proyecto en el que tal vez nunca debí meterme.

¿Dónde están todos los que estaban por aquí?
Toc, toc, toc

post de posts

desde hace días estoy pensando en escribir algo por todo lo que he deseado escribir en los últimos días y que por falta de tiempo o energías no he escrito.
Murió Lucas, mi amigo, el mejor amigo de mi amigo
no supimos qué clase de veneno lo fulminó
pero era el mejor perro del mundo
venía a saludarme brevemente todas las noches,
brevemente, venía por su palmadita en la cabeza.
Mi amigo Edgar está devastado.
En casa las cosas van bien, el amor tiene sus destellos:
gotas de felicidad, instantáneas del destino a cuentagotas.
El mismo día, el sábado que pasó,
una par de horas antes de recibir la mala noticia de Lucas
(tengo una sonoridad-metafísica-portuguesa que bulle en mi mente)
cuando apenas iba a casa participé sin desearlo en un hecho vial cuando otra caja golpeó por detrás la caja en la que yo venía viajando:
tres horas perdidas.


Ha sido muy duro el trabajo. Dicen que la vida del cocinero es muy parecida a la de las putas:
Tu trabajo comienza a volverse tu vida social, tu vida familiar y tu casa se va convirtiendo en un hotel. Pero sé que pronto encontraré algo mejor, pronto seré el dueño absoluto de mi tiempo,
no más putear.
Nunca en mi vida había trabajado tanto y espero nunca tener que trabajar tanto más adelante, sólo lo suficiente para tener lo que quiero, y cuidarme de esas bombas neumáticas de publicidad que te inflan el quiero.


Esta es una receta muy buena que me pasó mi buen amigo Edgar para una refrescante horchata de avena, muy indicada para mediodías calurosos de domingo en pleno agosto de sequía, como desayuno es muy nutritiva y saciante: En un recipiente colocas 5 cucharadas soperas de avena natural sin tostar y las cubres con 1 taza de agua, lo dejas reposar por 30 ó 60 minutos, luego pasas a la avena con todo y su agua a la licuadora, agregas 2 o 3 cucharadas de azúcar, media lata (175 ml) de leche evaporada carnation, un chorrito de esencia de vainilla (o las semillas de media vaina de vainilla para una ocasión especial), un toque de miel de abeja, 1 taza de agua más y lo mueles a la máxima potencia durante 2 o 3 minutos. Sírvela en una jarra y agrégale hielos, agítala para que se enfríe bien y se aligere un poco con el agua de los hielos. Si sientes que está demasiado espesa agrégale un poco más de agua o endúlzala con miel o más azúcar a tu gusto.

viernes, julio 24, 2009

Como hoy hay días en que me gustaría mucho que viniera un huracán colosal y se llavara todo a la chingada.

PS: Una buena cogida, que no me pueda levantar en tres días, eso suena bien.

domingo, julio 12, 2009

Escribir furtivamente
Cuando nadie mira hacia la caja.
Estoy recordando casi todo el tiempo,
Pienso en todo el amor pasado
En lo memorable de un apagón
Con final feliz
Pienso
que tú no leerás jamás esto
Detrás de la caja estoy yo, detrás de mí y la sonrisa falsa
Y el eslogan para vender comida
Y la necesidad de ganar dinero
Y olvidar casi todo lo importante
(Menos los malditos recuerdos)
Detrás de toda máscara sigue la entraña de infelicidad
La muerte lenta de un corazón dañado, acaso para siempre
… y tras el lloriqueo, miro hacia atrás
Nada importa tanto
El absurdo, ay, el absurdo

viernes, junio 26, 2009


No sé qué decir al respecto, hace 26 años me parecía lo máximo, hoy resulta patético un poco risible hablar de él. Salgo a comprar un café y encuentro en el puesto de periódicos la noticia. Se murió y por increíble que parezca hay en el mundo mucha gente triste por eso. Claro que puede que no haya muerto, puede que esté escondido en alguna epqueña residencia del tercer mundo, como Elvis, a quien vi recientemente con la barba crecida, la cabeza gacha, la piel curtida y vieja, los pies descalzos y anquilosados, caminando despreocupado por la playa de mi pueblo.
Me busqué en el google y no me hallé

Me busco y me busco pero no me busco

miércoles, junio 24, 2009

Los buenos días

Hoy desperté de un mal sueño, sobre el fondo arenoso de mi acuario, sudando, con un dolor de cabeza detrás de los ojos. Una vez que yo no quería ir a trabajar le dije a mi padre: hoy no quiero ir a trabajar. Él me contestó que esos días eran los buenos. Entonces estos días son los buenos. No sé para qué. Será acaso porque nos dan oprotunidad de vencernos, de luchar contra nosotros mismos. Todo esto suena tanto a basura de autosuperación. Si yo pudiera creer en uno de esos manuales de cómo ser una mejor persona, de cómo vivir el ahora, de cómo ser millonario... si yo pudiera.
Así uno se va volviendo viejo, deja de hacer las cosas que realmente importan: comes cualquier cosa, duermes mal, descuidas a la gente que amas, se te va olvidando el placer, el sexo. Así es cómo yo me voy haciendo viejo. Quizás ya lo soy. No veo por qué ser optimista, no sé cómo engañarme.




P.S. Si uno lo piensa un poco, una piramide no es más que un amontonamiento de piedras llevado a su máxima expresión. Ah, sí, la grandeza de los mayas.

martes, junio 23, 2009

Ideas al aire

El pasado es el feliz lugar de los muertos, de los árboles petrificados. El pasado es el cuarto donde tú y yo fuimos felices, donde cantamos canciones a la tarde que moría, donde jugamos ajedréz y bebimos despreocupados, donde nos amamos incansablemente hasta hacernos daño, no importa quién seas tú ni quién sea yo. El pasado es un lugar seguro, un cubo de hielo, un cuadro en el que pintamos un cementerio. Yo vivo la mayor parte del tiempo en el pasado. Morir es volverse pasado. Todo lo pasado está condenado al olvido, todos los nombres serán olvidados. Y eso es todo, no hay giro ni nudo maestro para rematar bellamente esta idea.
Hoy hace muchísimo calor en Playa. Me quejo de mi trabajo porque ese es mi trabajo pero se está muy bien dentro del aire acondicionado pensando en el pasado.


P.S. Ojalá tuviera una bonita imagen para adornar esta entrada.

martes, junio 16, 2009

Despertar-Trabajar

Desperté y el genio ya no estaba ahí, descubrí que el genio nunca estuvo ahí, todo fue alucinación, sueño. Desperté, estaba más viejo, todo había envejecido, habían crecido peces en el agua estancada de la bañera, árboles salían de la caja de pan, los libros habían sido devorados por las polillas. Mi familia era sólo un recuerdo. Me anudé la corbata y fui a la oficina. Eso seguía ahí, me había estado esperando.
Como dice la Mala "trabajar cuesta mucho trabajo".

viernes, junio 05, 2009

A putear again

Chale...
Está bien, eso quería no? Un trabajo. Dios, necesito dinero y ocuparme en algo, dije, yo que ni creo en Dios (sabes que estoy bromeando verdad?), terapia ocupacional, aprender cómo se inicia un restaurante, un trabajo para aprender y echar a perder con el dinero ajeno, lo pedía a gritos, no?
Pues ahí está. Concedido. ¿Por qué, entonces, no estoy exultante? Bueno, supongo que ahora que mi tiempo fue comprado por unos cuántos pinches miles de pesos al mes, ahora que tendré de nuevo que cumplir con un horario y hacer mías frases promocionales como aquella de "vivir es increíble", ahora que tendré que recorrer los 30 km que me separan del nuevo trabajo, ahora ya no tendré tiempo de pendejear felizmente en este cafecito, del que he llegado a pensar que soy el único cliente: como veinte mesas vacías y yo que nomás pido el café más bara, je je, con razón como que a los empleados no les da mucho gusto verme entrar. Seguro que dicen "ahí viene esté huevón que nomás pide un cafecito y se queda cinco horas". Pues ahora eso se acabó y ahuevo que me van a extrañar... cuando menos un poquito. No más mañanas libres para nadar en el mar, no más dar vueltas en la sala esperando el momento adecuado.
Supongo que de eso se trata todo esto, supongo que está bien, supongo que... qué se le va a hacer, qué nos queda sino putear como todos: el dinero, la renta, las cosas que no necesitamos pero cómo me hacen falta unos zapatos, un nuevo bañador, un playstation 3, la nueva temporada de House, cable, internet, el disco de los YYY's, el nuevo de FFerdinand, cuánto me hace falta esa nueva batería de acero inoxidable o la de aluminio anodizado que se puede meter tranquilamente al horno. Carajo, ya me gasté como 4 meses de sueldo. Qué nos queda, que pierdan toda esperanza los que aquí entran.

No sé muy bien como escribir lo que quiero escribir y así lo escribo

Leo en el dolor ajeno mi propio dolor, en el desamor de mi amiga veo el tiempo cadáver que me apestó el alma durante largos años. Lo mejor es que la gente se vaya, que se larguen todos, que dejen espacio libre, el pensamiento infinito, el dolor puro. No hay consuelo que sirva si el dolor es auténtico, no hay analgésico que pueda contra una buena migraña, contra un inclemente dolor de muelas no hay suficiente ibuprofeno. Dónde estabas cuando víctima de un dolor gemelo me revolcaba en los baños inmundos buscando a una que puteara coqueta con mi gesto de espantapájaros, todo yo convertido en un gesto de espantapájaros con una libretita sucia en el bolsillo. Quisiera abrazarte a ti y a todas las descorazonadas del mundo pero ya no me alcanzan los brazos y mi corazón es un terreno baldío donde crece la yerba y me importa muy poco. Los pasajeros se perdieron, se arrojaron del vehículo en movimiento como perros estúpidos detrás de otras perras, así que deja que el automóvil se siga moviendo y ven al mar un día, nada con las mantarrayas, persigue tortugas y escribe.

jueves, mayo 21, 2009

Esperanza

Me chingaron mi trapito azul

Puras malas noticias. Que la economía mundial está hecha una mierda y la mexicana seguirá más y más jodida por culpa de la crisis que "vino de afuera" y la influenza, el catarrito que nos dio, o sea que por ahí del 2012-2013 igual, con un poco de suerte, volveremos a ver un rayito de luz. Se habrán perdido de nuevo una o dos décadas de "avance" y las generaciones perdidas seguiremos engrosando las filas de la frustración. Y tú, el que se está riendo, mejor trabaja y ya levántate temprano.

Mis pesadillas recurrentes de los últimos días están relacionadas con los días pasados en la universidad, estoy ahí, en un pupitre y pasan cosas que pasan en cosas como aulas, estoy terminando en el sueño lo que en la vida dejé inconcluso y es un sueño triste e inquietante, es sólo un sueño pero al mismo tiempo es un círculo vicioso que es a la vez una espiral descendiendo, generalmente despierto de esos sueños de muy mal humor, hago un desayuno insípido, maldigo mi destino de ama de casa y desempleado. Me miro al espejo, saludo a don Frustado Alcántara. Doy gracias a Dios por el milagro de un nuevo día. Me doy ánimos, me palmeo los cachetes, miro con saña esa cana que me ha salido en la barba, pienso en el día que se abre frente a mí como un abismo y una puerta que rechina. No sé cómo explicarlo. Todos alguna vez descubrimos el tiempo como un montón de libros apilados y cubiertos de polvo (en verdad leíste esos libros, ¿en verdad?), todo lo vivido es tan difuso, tan esteril, pero pasan, ustedes, no yo, a otra cosa, como el desayuno, el baño matutino, el trabajo que se odia o se ama... pero yo no, yo no paso a lo que sigue, mi mente se arremolina en la sensación de muerte que da pensar en el tiempo que se escurre y se empoza y fluye y no. No sé cómo explicarlo, de verdad que no. Y no quisiera dejarme vencer por el cinismo pero ya se sabe cómo soy.

He llevado el auto a lavar. Sí, ya sé que si lo lavara yo sería una actividad que quizá me sacase de mís mórbidas fijaciones pero no lo hago porque no tengo aspiradora y por lo general lo que más me preocupa en este clima de trópico húmedo es el interior, el exterior generalmente está cubierto por una mezcla de polvo de carretera y brisa marina, nada que hacer contra eso, así que prefiero llevarlo al auto lavado donde lo aspiran y le sacuden los tapetes. Pero, oh hados malignos! Hoy me robaron el trapito azul que cargo siempre para limpiar mis lentes, los espejos, el tablero. En cuanto noté su ausencia, reclamé al tipo que detalló el auto, dijo no saber nada, y era verdad, vi en sus ojos el temblor de la verdad, de la sorpresa, no sé, señor, no creo, etc. Estuve a punto de pedir que viniera el gerente, vociferar, desenmascarar el hurto, pero algo dentro de mí, un miedo al ridículo, devastador y paralizante, me hizo desistir, me hizo pensar, no mames, no vas a hacer tanto pinche escándalo por un trapito. Claro que no era cualquier trapito, era un buen trapito, de marca scotch brite, fabricado con microfibra que no rallaba los lentes y arrancaba polvo y grasa con sutil diligencia. Pero sólo era un trapito. Le dije al subhumano que aspiró el auto (sí, soy un pinche clasista) las virtudes de mi trapito, de la microfibra, el miro su trapo de franela y no pareció comprender que el progreso tecnológico pudiese aplicarse a un trapo, que chingados, es sólo un trapo, pensó seguramente, pinche burgués con su trapito chingón.
Así que me retiré con mi auto pero sin mi trapito azul. Estaba, estoy, muy encabronado, porque no es posible que en todos lados te quieran chingar por el puro placer de chingarte, que una persona decente no pueda tener su trapito azul, que en todos lados tengas que andarte cuidando de los rateros, que no puedas confiar en nadie porque estamos como en una regadera de prisión donde si se te resbala el jabón y te agachas a recogerlo, bueno ya se sabe.

Mis pronósticos son que seguirá el mal tiempo, habrá guerra, más enfermedades, más violencia, más pobreza y muerte por doquier, los políticos seguirán fortaleciendo la partidocracia , enriqueciendo sus arcas, habrá cada vez más guardias de seguridad y el rumbo de la civilización seguirá basado en la avaricia y en la explotación del hombre por el hombre. El dinero seguirá siendo más libre que las personas. (Entra al lugar una familia con tres niños muy pequeños, carajo, cómo puede la gente tener hijos, deseando tenerlos, teniéndolos, ¿qué hacen con su conciencia?, ¿saben a dónde los trajeron?) Desaparecerán como las conocemos estas libertades que da la red. Y lo más probable es que yo siga en este limbo bovino. Pero casi siempre me equivoco así que hay esperanza. Sí cómo no.

viernes, mayo 15, 2009

15052009

Hoy en Cancún hace mucho calor. Dormí hasta tarde con el ventilador prendido, apuntándome. Soñé que mi padre llamaba y me preguntaba por el clima.
-¿Hay mucho viento?- preguntaba
- No, está muy tranquilo, muy bien para venir a la playa -le respondía yo entre risas porque mientras lo decía veía como el viento despedazaba varias sombrillas entre ellas la mía.
La última vez que escribí aquí dije que iría a la playa, lo hice y estuvo bien. Para le gente que tiende a la depresión es bueno un poco de sol cada día. Nada peor que la caverna para ponerse triste. La caverna es cuando uno se tira en la cama, cierra las cortinas y pasa en tinieblas la mayor parte del día pensando que la vida no vale nada.
En la playa hay un pequeño bar. Lo atiende una canadiense. Es amable como esperaría uno que fuera una canadiense en el trópico. Es rubia, tiene la piel hecha pedazos por el sol, seguramente tiene menos años de los que aparenta. Aparenta más de 45. Pido una cerveza: Modelo especial esta vez.
Esta es una de esas situaciones en las que se me antoja muchísimo un cigarrillo de tabaco; debe haber una estrecha vinculación en alguna parte de mi laberinto entre playa, cerveza, cigarrillo. Pero no hay cigarrillos y no me animo a pedir uno regalado. Esa y otras cosas más me hace tan extraño, soy demasiado misántropo para andar solo. Ahora que lo pienso no sé cómo lo he logrado cuando he viajado solo, cómo he conseguido conocer gente, debe ser porque la gente es muy sociable, o sólo tengo suerte. Recuerdo una chica indigente en Faro a la que le obsequié el resto de una mariguana que una amiga me había regalado en Pontevedra, la había estado mirando recoger colillas del piso, juntando el poco hachís que pudiera quedar entre el papelillo humedecido y el tabaco, platicamos poco, ella pensaba que acá era mucho mejor que ahí. Tenía ese mal de creer que lo peor sucede siempre aquí y ahora. No recuerdo su nombre. No tomé fotos de ella. Al despedirnos me preguntó si podía darme un beso. Por supuesto que no, le dije... no es cierto, nos besamos las mejillas, dos completos desconocidos de dos extremos del mundo. Adios, adios. Nada, no hay magia en la anécdota, cualquier maldito drogadicto querría besar al que le regala droga.
La canadiense parecía aburrirse bastante en el bar. ¡Cómo será el hastío que se desliza por cualquier fisura, que te lo puedes encontrar en cualquier paraíso, natural o artificial!
Luego me fui a nadar un rato. Vi pocos peces pero encontré tres galletas de mar y molesté a un cangrejo blanco, no le hice daño, sólo lo vi cuando intentaba esconderse enterrándose en la arena, lo agarré, le dije con que te querías esconder, eh? luego lo dejé en el lecho y se enterró inmediatamente perdiéndose de vista. Pequeños significados, eso es el mundo, un conjunto infinito de pequeños significados chocando locamente entre sí. O tal vez sea que yo no sé español.




PS. ¿Ya qué?

miércoles, mayo 13, 2009

13052009

Esta triste mímica cada mañana, siempre igual, siempre encender la computadora, servir el café, sentarse a ver pasar las ideas, ensayar algunas líneas, frases sin oración, nada. No recuerdo ya cuándo fue que me volví fantasma. Tras la persiana de palitos mi cuerpo se difumina y desde la calle sólo soy una silueta que espía y asusta a los escasos peatones, nadie camina por mi calle, casi nadie pasa, nada pasa tampoco. Condición de lecho de río sin agua, pedazo de coral tendido sobre la arena, cedazo roto, condición de pluma sin tinta, vehículo sin motor.

Voy a ensayar palabras sólo para probar que soy sublime, voy a cantar como un grillo atrapado en un frasco para comprobar que nadie escucha, voy a alimentar con mi cuerpo de insecto al gran sapo del mundo. El gran sapo del mundo no descansa, es insaciable, nunca para de comer, siempre parece que va a reventar, muchos esperan ansiosos el momento del estallido pero el sapo no revienta, se hincha, sus dimensiones no son de este mundo.

Escucho la radio (radio fórmula) y redescubro mi soledad, el que habla en la radio es un fascista, un maldito manipulador (ganas terribles de vomitar y llorar al mismo tiempo). Pero no hay más, es lo que hay, eso y otro muy parecido o quizá peor y otro que es un imbécil y manda “saluditos” fondeándose con música pop-o y también está la radio de rancheras o norteñas, puro sentimentalismo y mal gusto enlatado. ¿Qué fue del mundo? ¿A dónde se fueron todos? ¿Qué desastre nos redujo a esto? ¿Qué hice con mis amigos? Dios, si es que estás ahí, escucha con tus infinitas antenas parabólicas… qué has de escuchar, tú que ya escuchaste todo, tú que no estás ni existes más allá de esta conciencia de simio. Dios, no te veo, no te creo. Dios, estoy tan triste. ¿Cómo es que en la miseria puedo ser tan vasto?

Estoy en una isla, eso es. Mi mujer no me comprende y aún así me ama. Eso debería bastarme. Pero tengo la enfermedad de la sed que no se sacia, el mal del sapo del mundo. No recuerdo que mal naufragio me escupió a esta condición, acaso fueron varios. ¿De qué hablo? ¿Sabes tú de qué hablo?

Cuando estaba en la ciudad me quejaba de la ciudad, del exceso de autos y de pavimento, de la falta de parques y lugares de esparcimiento. Lo que está mal del mundo soy yo, yo y mi eterno esparcimiento. No trabajo, dicen que porque soy muy holgazán, dicen que porque soy un cínico, dicen y dicen cosas, casi ninguna es falsa. Mis días se escurren sin gloria hacia el gran agujero de mi muerte. ¿Por qué tantos años?

Pero el mar está aquí, a un par de kilómetros y tengo un buen auto que me lleva en menos de 10 minutos. Voy a dejar de escribir todas estas estupideces y mejor iré a mirar el mar.

martes, mayo 12, 2009

Nada más que decir................................
La diferencia entre los artistas y los políticos es que los primeros hacen posible lo imposible y los políticos hacen imposible lo posible.


Bertrand Russell
Hay mujeres que son como una maldición
y nos acompañan la vida entera
en secreto silencio
nos habitan
son inmensas como el mar
están hechas de tiempo
invaden algunos días soleados
como bruma
como una marabunta
un río-laberinto de telaraña

pero yo te tengo a ti
dulce amada mía
y eres pura
como lo que ya no existe
y me amas
yo soy tu perro
y te amo perramente

Pintor y poeta moco

Where do you go to my lovely?
Nada me inspira el mar sino compasión y nostalgia
pero siempre miento
sobre lo que siento
lo que siento sólo es lo que miento
lo que pienso no soy
soy lo que miento que soy
lo que disfrazo de piensos
(Mi olfato ha ido muriendo con los años
con los daños)
Soy un hombre dañado
los restos de un banquete
del que todos se fueron con hambre
o quejándose de agruras
(dispepsia del alma)
y del pésimo cocinero
Soy lo que miento
lo que he mentido ser
soy
Escribir es sólo otra misteriosa forma de roncar
sin hacer ruido
escribir es sólo otra apnea de sueños
sumergirse en otro sueño y mirarse las entrañas
como si fuesen un crucigrama.

Perro de traspatio

Desde la ventana de mi cuarto veo el patio de la casa de atrás. Sobre un montículo de escombros, cercado, confinado al olvido del patio trasero, está un perro negro, mirando hacia la calle. No importa que llueva ni que el sol en perfecta vertical le caiga a quemarropa, el perro siempre está ahí, mirando la calle, atento a cualquier cosa que pase, lo que pasa por la calle es lo único que pasa en la vida del perro. A veces me he preguntado qué es lo que pasará por su mente de perro cuando en la calle nada pasa, en qué piensa cuando observa concentrado un punto fijo en la calle desierta, durante horas. Luego pienso en el niño que vive dentro de mí y que se aburre mirando a través de una ventana; a veces el niño se parece tanto al perro que vive en el patio atrás de esa casa que desde mi ventana veo. ¡Dios, yo soy ese perro!

viernes, mayo 08, 2009

Y tú, ¿crees en el porquiflú?


Estampa del puerto

Hay un gringo en el mostrador, vino a hacer un scan; cuando termina, en su perfecto inglés que nadie más nota y que para nada le sirve aquí, pregunta por una peluquería mientras le entregan su cambio. La que atiende le pregunta a la que no atiende, cuesta trabajo saber cuál es cuál, se parecen tanto, se funden se espejean: ¿Que dónde hay una peluquería? La que no atiende despega los ojos del monitor: está pasando la iglesia todo derecho, dice con infinita hueva. La que atiende repite al gringo: está pasando la iglesia todo derecho. El gringo no entiende un carajo pero hace como que entiende. Sale.

jueves, mayo 07, 2009

¡Nomás te faltó decir Dios quiera!
Acabo de descubrir Last.fm. Y está muy bueno mientras no empiecen a cobrar. Como casi siempre todo está bien hasta que te empiezan a cobrar. Alguien sabe de algún trabajo que yo pueda hacer. Sé hacer tanto y ala vez tan poco. Estoy aburrido, espero encontrar algo pronto.

lunes, abril 27, 2009

Esta película ya la vi.

lunes, marzo 23, 2009

sólo podemos vivir toda la vida
hoy te extraño
te extraño pero no tanto como para ir a buscarte
negación, negación
te pienso pero no como obsesión ni aun como deseo
en el recuerdo te miro como se mira el cáncer que no nos mató
que sólo nos dejó más jodidos
carentes de algo
pero sólo podemos vivir toda la vida
quisiera ser completamente libre pero no voy a serlo
no tener que hacer algo ni sufrir por no hacerlo
hoy mi especie extraña un pasado en común con las plantas
el hombre blanco sólo puede bailar sobre plantas muertas
ríe en el fondo del tiempo
sin dientes
el paraíso arrasado
Tierra, negación, negación:

… y sola poder vivir toda la vida
… y he vivido tantas cosas
… y estoy cansada de cosas como gente
… desde hace milenios

I don´t wanna grow up - Tom waits

Well when I'm lyin' in my bed at night
I don't wanna grow up
Nothin' ever seems to turn out right
I don't wanna grow up
How do you move in a world of fog
Always changing things
Makes me wish that I could be a dog
When I see the price that you pay
I don't wanna grow up
I don't ever wanna be that way
I don't wanna grow up

Seems like folks turn into things
That they'd never want
The only thing to live for
Is today
I'm gonna put a hole in my TV set
I don't wanna grow up
Open up the medicine chest
And I don't wanna grow up
I don't wanna have to shout it out
I don't wanna my hair to fall out
I don't wanna be filled with doubt
I don't wanna be a good boy scout
I don't wanna have to learn to count
I don't wanna have the biggest amount
I don't wanna grow up

Well when I see my parents fight
I don't wanna grow up
They all go out and drinking all night
And I don't wanna grow up
I'd rather stay here in my room
Nothin' out there but sad and gloom
I don't wanna live in a big old Tomb
On Grand Street

When I see the 5 o'clock news
I don't wanna grow up
Comb their hair and shine their shoes
I don't wanna grow up
Stay around in my old hometown
I don't wanna put no money down
I don't wanna get me a big old loan
Work them fingers to the bone
I don't wanna float a broom
Fall in love and get married then boom
How the hell did I get here so soon
I don't wanna grow up

I don´t wanna grow up

cuando era niño podía inventar personajes, historias de viajes,
batallas épicas
al crecer fui perdiendo esas compañías
he dejado a tantos amigos abandonados tras de mí
todos los que antes fueron mis mejores amigos hoy son completos desconocidos
que de topar en la calle no reconocería
ahora sólo puedo pensar en mí
extraño al niño que fui
el extraño niño que fui:
no quiero ser adulto, me niego a serlo

me cagan los adultos!

sólo puedo escribir sobre mis diminutas
pendejadas en forma de esto
barril sin fondo
barril sin forma
barril de pólvora
todos los que estamos vivos estamos sentados sobre un barril de pólvora
del mundo hicimos un polvorín
y en las discotecas de la playa
danza el hombre blanco
entre luces, drogas y flamas
y sexo y orquídeas y ninfas

¡Qué gran invento el snorkel!

1
Cuando hay luna llena, grande y redonda
como una claraboya:
un plato de plata golpeado por el sol
(el crepúsculo: una reverberación de gong)
las nubes se vuelven fabulosos globos
de acero inoxidable
zepelines de plomo
bóvedas de vaporosos tajmajales
flotando, nadando, surcando
como rayas marinas
con espíritus de papalote
el cielo de viento fresco

2
El cielo se vuelve océano
desde el fondo, mirando hacia arriba
la luna es el sol
la lejanía es profundamente azul
profunda mente azul
las nubes como icebergs vistos desde abajo
en el fondo de la noche

3
Escucho el zumbido de la carretera:
cascabeleo viperino en la lejanía
(tendida la carretera como una serpiente)
es como estar bajo el agua
y escuchar el motor de una lancha

4
Soy la botella verde que flota
con un mensaje de auxilio
sin rumbo por el oceáno
y el que la encuentra
la encuentra siempre un día después
de muerto el náufrago

miércoles, marzo 04, 2009

El gran poeta

Del gran poeta todos esperaban,
en su lecho de muerte,
frases grandiosas como adornado colofón de una vida brillante entre letras
o acaso tres palabras crípticas para los fanáticos y los estudiosos.
Pero tras un acceso de tos,
saliendo brevemente del letargo amorfo
de la morfina,
como quién sube a la superficie a tomar aire,
con un aliento de consomé podrido,
apenas alcanzó a preguntar:
“¿Qué día es hoy?”
y luego se murió.

Y en su epitafio a petición expresa de su mejor y único amigo
escribieron: “Aquí yace… quién demostró en vida que puede morir el corazón
y seguir vivo el cuerpo, y que es posible vivir de suertes poéticas
entre los imbéciles y los perplejos.”

¿Alguien ha oído hablar de la física cuántica?

Para empezar debo confesar que conforme pasan los años se me va olvidando el español, su orden, sus palabras, sus normas, por ejemplo ya no recuerdo dónde van algunos acentos y si de por sí las palabras con "g" o "j" me provocaron varias situaciones vergonzosas, ahora sencillamente las evito, siempre que se puede: coger o cojer, qué más da, una es para coger igual a tomar, agarrar y la otra para cojer, follar, fornicar, en fin, como buen vago que soy, divago: dos vagos. He pensado en los días de la facultad y como siempre, como todo tiempo pasado fue mejor, los he añorado, los he sufrido, una aplanadora de nostalgia pasando sobre mis escasas horas lúcidas. No queda nada de eso sino el recuerdo, no hay máquina del tiempo que me permita volver o, si la hay, es esta máquina descompuesta que llamamos memoria. Recuerdo ahora mismo a Julián del Casal, otro enfermo de saudade, pero ¿hay alguien allá afuera que siga leyendo poesía, que memorice versos sólo para recitarlos en la noche a oscuras como quien reza un padre nuestro? Yo no soy.

Pienso en otro episodio de mi vida o no sé si fue mi vida o fue la televisión, hay diferencia? Si uno es lo que cree y lo que uno cree es un constructo amorfo lleno de imágenes de televisión, qué es uno sino televisión. Un anciano constructor de cohetes al borde de la muerte por un cáncer terminal reflexiona acerca del universo mientras mira un encuentro de box en la televisión: no hay dos boxeadores, dice, somos nosotros los que vemos dos boxeadores, no hay un huracán, sólo nosotros que de la inmensa sopa cósmica de partículas chocando locamente entre sí sin orden ni concierto extraemos las formas como cuando miras el tirol del techo y encuentras didujos clarísimos de todo tipo, somos nosotros los que escogemos ver el huracán, todo es parte de todo, no hay parte sino todo, a nivel cuántico, un montón de partículas desenfrenadas y nada más. En fin, tal vez sólo recuerdo episodios que le resten importancia a mi vida, sólo memorizo las cosas que me permitan justificar mi tedio y mi inmensa hueva por todo lo que existe. Obviamente simplifico todo, mi ignorancia me autoriza a simplificar todo. Escribir es un acto de ignorancia, de ilusión, mentira, magia.

lunes, febrero 16, 2009

NO ES CIERTO!

Siempre en la calle sucede lo mismo, pensamientos en ebullición, burbujeantes en mi cerebro, un alka seltzer de ideas posibles en la escritura no en la calle, no en el mundo real de allá afuera tan irreal como el de adentro. Hay que correr, encontrar el lugar y el silencio adecuado para vaciarlo. Siempre sucede, llegar, encender la computadora, estrenar la hoja y regresa el pasmo, al silencio, al olvido de las maravillosas ideas que no me dejaban andar con seguridad por la banqueta. La película no comenzó y las cortinas cayeron. ¿Fue así o me dormí? ¿Dónde estuve todo este tiempo?
Cancún es como un laberinto. Las calles dan vuelta siempre en sinuosas herraduras que desembocan en avenidas igualmente enredadas unas con otras en un desorden abrumador. Quizá quienes planearon la ciudad pensaron en mantener algo del espíritu caótico de la selva que destruyeron para construir esto, esta mancha urbana que es como una dermatitis, una calva de escamas resecas en el cuero cabelludo del planeta, un eczema. La época de huracanes terminó hace meses. La esperanza de que un meteoro como Wilma borre esta aberración no se renovará sino hasta julio o agosto, mientras tanto hay que aguantar, hacer uno como que hace algo, no dejarse caer del todo.
Salgo de nuevo, camino las dos calles hasta la tienda y compro un litro de cerveza, una caguama. Esta vez me decido por la Corona ya que la Victoria no logro terminármela desde que le agregaron 20 o 30% más. Pienso en mi querido Pessoa, recuerdo su imagen como si hubiese sido mía, como si yo lo hubiera visto cruzar la calle, entrar al bar, beber un aguardiente barato, paliar así la soledad que el padecía y yo no, y yo sí. Hay poetas que te poseen como espíritus malignos, hay seres así.
No hay amabilidad en el tipo que recibe mis dos monedas de diez pesos. Pienso que está muerto. Es el dueño de la tienda y la tienda es horrible, hay un gran ventilador al fondo, unas computadoras viejas en renta, gente sentada que no habla entre sí, lo de siempre, pero habla con gente desconocida a miles de kilómetros. No hay amabilidad ni gratitud por mi compra, como decía, recibe las monedas, tampoco digo nada, tomo mi botella y vuelvo a casa. Pienso en escribir.
Cuando yo escriba mi novela no habrá sino campanas en mis oídos, no habrá sino estruendosos golpes sobre el teclado, explosiones y firmes muros de letras cayendo sobre una población aterrada, edificios de párrafos que la voz convertirá en escombros, nada de selvas, ni de aves ni principios ni finales ni estaciones ni tiempo, sólo un largo tren hacia la nada, al silencio.
Pienso que ni siquiera tengo la lucidez necesaria para volverme loco. Siempre que mi mente comienza a desintoxicarse corro en busca de alcohol, de cannabis, de valium, de antihistamínicos, de medicinas contra el dolor. Es parecido a encender la televisión pero un poco menos. Pretextos, hipócritas justificaciones, me gusta estar drogado, me gusta no ser quien soy.
EL teléfono ya no suena y está bien, los que corren emocionados a contestar una llamada como si fuera Dios en persona me parecen seres despreciables y estúpidos como adolescentes de quince años. Tampoco hablo con nadie, en el fondo de mi corazón no hay nadie, nada, ninguna voz que extrañe, en el fondo de mi corazón hay herrumbre y la basura dejada en un local comercial vacío. En el fondo de mi corazón no duermen ni los desamparados.
Me siento y escribo esto mientras recuerdo rostros. Es curioso como a veces la vida entera se reduce a un puñado de rostros deformados, los asientos de la memoria. Si muriera ahora no sé qué clase de película pasaría frente a mí simulando ser mi vida. ¿Será verdad eso? ¿Antes de morir ves toda tu vida como si al despeñarte al acantilado resultase interesante ver el camino que dejaste atrás?

Para evitar confundirse lo mejor es evitar la televisión

Estoy convencido que esa teoría ampliamente difundida que muestra a la Tierra como el escenario de una constante y encarnizada lucha por la supervivencia es una gran mentira. Cada día estoy más convencido de que la tierra es un lugar apacible donde pasar un buen rato. No somos sino un chispazo, un instante brevísimo en la historia del cosmos y al mismo tiempo somos parte de ese mismo cosmos eterno y pulsante que flota sobre la mano de un dios que es más que una mano y que escapa al precario entendimiento de la dimensión que habitamos. No hay conciencia ni ciencia ni arte ni doctrina ni religión que se acerque siquiera un poco a dios y sin embargo toda ciencia o conciencia o arte o doctrina o religión o palabra es parte de ese dios infinito. Yo no creo en dios, es decir, no creo en él como un gran ojo evaluando nuestras acciones y una gran oreja ávida de súplicas, no creo en un dios intervencionista, como diría Nick Cave, no creo en el dios idea, la idea de dios es por definición una idea idiota, no creo en el dios oveja ni en el dios barbacoa ávido de inmolarse por nuestros pecados.
“Barbacoa de dios que quitas el pecado del mundo ten piedad de mí”.
La teoría ampliamente difundida que muestra a la Tierra como el escenario de una constante y encarnizada lucha por la supervivencia ni siquiera es una teoría, es una idea capitalista esparcida por una corporación mediática que controla varios canales de televisión como el discovery channel o animal planet. Es en realidad una misma cosa con varios tentáculos, el Zeitgeist. Han creado aberraciones tales como el cazador de cocodrilos que seguro ahora reencarnó en cocodrilo y tendrá también un güey que lo esté chingando. Y han inventado también esta noción del planeta voraz, insaciable, predatorio. Lo único realmente predatorio en este mundo somos nosotros, unos monos rosados muy acelerados y hedonistas a más no poder.
Los únicos que pueden ver la grandeza de la raza humana son los integrantes de la misma raza humana, nos autocontemplamos, somos monos narcisistas; todos nuestros crímenes contra el universo los hemos justificado con la superioridad que nosotros mismos creamos y nos creimos. Soy el último hijo de una era pasada y he llegado tarde a todas partes.

Do you realize?

¿Te has dado cuenta que tienes el rostro más hermoso del mundo?
¿Te has dado cuenta de que cada una de las personas que conoces un día morirá?
¿Has notado que la felicidad puede hacerte llorar?
¿Has hecho conciencia de que flotamos en el espacio?

¿Te das cuenta que cada una de las personas que conoces un día morirá?

Y en lugar de darles todas tus despedidas
mejor hazles saber que te das cuenta que el tiempo va de prisa
que es difícil hacer que las cosas buenas perduren
que algo que cae, hacia arriba o hacia abajo, es sólo una ilusión provocada por el mundo que gira

Te das cuenta
¿Te das cuenta que tienes el rostro más hermoso del mundo?

Doppelgänger

mujer el mundo está amueblado por tus ojos
se hace más alto el cielo en tu presencia


Han visto a mi doble
desprendido del espejo
repetidamente por los caminos que caminaste,
en tu tierra natal,
mi doble desconocido espía la esquina
desde donde se ve la que siempre será tu casa,
habitada ahora por voces extrañas
y ancianas con gatos negros.

Han visto a mi doble desconocido
ser atropellado, realizar piruetas,
saltar desde el tercer piso en llamas,
conducir autos deportivos,
lo han oído silbar una melodía
y cantar a ratos: “todo lo cura el tiempo
menos las enfermedades incurables,
eres como el sida,
rimado con lujuria y partida”.

Mi doble te ha dicho en cartas:
“mujer, yo te asfalté por dentro,
te dejé lista para que un tren bala circulara por tus entrañas,
con mis puños raspe tus paredes,
con mis lágrimas regué tus lechos marinos,
tus lechos secos
con leche”.

Han visto a mi doble desconocido
a años luz del espejo madre
que lo parió a la vida,
el corazón de mi doble desconocido
es de talco,
lo he visto por el rabillo del ojo,
lo han visto por los caminos que caminaste,
lo han visto en los baños escribir con mierda
tu nombre,
lo han visto durmiendo en las banquetas,
afuera de la cantina del infierno
vomitado de pies a cabeza.

He pensado tantas veces en dejarlo suplantarme.

Han visto a mi doble desconocido
repetidamente
pero nadie me ha vuelto a ver a mí.

viernes, febrero 13, 2009

México, país de legalidad

Un guardia de seguridad juega con su macana muy cerca de mí. Me da un poco de gracia, nada en él parece amenazante, salvo la idea de que es un guardia que juega con su macana en un centro comercial que por las tardes se llena de adolescentes.
Lo estoy logrando, lentamente me voy convirtiendo en un fantasma de mí mismo (porque si uno se esfuerza puede también volverse el fantasma de alguien más, pero es más difícil). Poco a poco voy desapareciendo de las listas de contactos, del recuerdo de la gente que conocí, de las agendas. Tal vez lo que aquí vierto será un día la única pista para hallar mis restos mortales. No puedo quejarme, ha sido una buena vida, ha habido un poco de todo. Mi mujer es la única que permanece a mi lado incondicionalmente, por ahora. Los años se van acortando, no me aferro a nada, mis sueños están guardados en baúles de palabras ilegibles, inconexas, sin terminar. Nada me impulsa, sólo la inercia me arroja de la cama, a veces un poco de vergüenza, eso no he logrado vencerlo, cierta culpa de existir como una lombriz aferrada al intestino de otro animal más grande. Todo hubiese estado mejor si no fuera tan antisocial, si la gente no me inspirara tanto miedo y desconfianza. Bla, bla, bla, buuuh, buuuh, buuuh, snif snif.
En otras cosas, esta semana arrestaron a un amigo por atropellar a una viejita con una camioneta de su trabajo, en realidad no la atropelló, sólo le dio un rozón que la hizo girar sobre su eje y caer lastimándose un hombro, unas cuantas horas de hospital y el susto. Mi amigo pasó cuarenta y ocho horas incomunicado en los separos de Cancún en una celda pequeña donde había otros 20 tipos, unos eran criminales de verdad, otros estaban igual de espantados y desorientados que mi amigo. Cuarenta y ocho horas en manos de otros criminales con uniforme, aterrado y sometido a maltratos psicológicos y físicos, dormitando a ratos a lado de un retrete sobre el piso húmedo y fétido, cuarenta y ocho horas más otras que pasó con los de tránsito más otras de traslado y trámites. Cuando lo vi de nuevo tenía los ojos llorosos, el rostro desencajado y se veía más delgado de lo que de por sí es. No podía hablar. No sé si le levantaron cargos, sólo sé que el hospedaje sin comidas le salió como en setenta mil pesos, parte fue para la viejita, que tiene ochenta y seis años, ¡carajo! a esa edad ni siquiera tendría que salir de su casa, y otra parte fueron por el hospedaje y propinas. (Mientras escribo viene a mi mente lo que leí en el mostrador de un negocio de envoltura de regalos: un perdedor siempre se queja, no ofrece soluciones, es parte del problema). El punto de todo esto es lo que ya se sabe: el sistema judicial y político está hecho para que sean los más jodidos los que van a la cárcel, para que los policías puedan extorsionar a sus víctimas, es decir a todos, para que los gangsters del derecho saquen su buena parte también y para que los políticos hagan proselitismo, por ejemplo en la carretera, un anuncio espectacular pagado por el partido verde ecologista que dice: "porque nos interesa tu vida: pena de muerte para asesinos y secuestradores": Terror, terror y más terror.
Casualmente durante los días que mi amigo estuvo privado de su libertad arraigaron por complicidad con el crimen organizado al Vikingo, el jefe de la seguridad pública de Cancún. No es ninguna sorpresa. Si arrestan a todos los criminales quién nos va a proteger, quién hará los arrestos. No voy a proponer una solución. Ya he dicho aquí tantas veces que no amo mi patria, que me avergüenzo muchas veces del país, que me avergüenzo del género humano, que más valdría destruir el mundo entero y no hacer otro. Y aunque hay días que quiero ser positivo, cada mañana la voz de un muerto dentro de mí me da los buenos días: "Bienvenido, Bob, bienvenido al asqueroso mundo de los adultos".

lunes, enero 26, 2009

Homeless

Dejamos por fin el departamento de Cancún que nos rentaba la señora Farber. Estábamos hartos de ella y un poco también de los bichos que bajaban de los huecos de los focos y hacían fiestas pegados del tirol mientras dormíamos, estábamos hartos de las hormigas en el colchón, de la regadera que se encharcaba, de los gritos de la anciana madre de la anciana señora Farber y sobre todo estábamos hasta la madre de la renta desproporcionada que pagábamos cada mes. Lo dejamos, por fin y hoy estoy agotado. Uno no sabe toda la basura que acumula hasta que se tiene que cambiar de casa, casi nada de lo que tenemos sirve, casi nada es indispensable para el homo sapiens-nómada-recolector-cazador que por cierto ya no somos, quién sabe qué carajo somos (¿Pequeños simios habilidosos con mucho miedo a casi todo?). Hablando de eso, la mudanza me hizo preguntarme si nuestro abuelo pitecantropo pasaba visicitudes (¿se escribirá así?) similares a la hora de encontrar una buena cueva para vivir, comer, reproducirse, etc. Pero yo de prehistoria y de historia no sé casi nada. Ahora vivimos temporalmente de arrimados (literalmente) en un cuarto que nos prestó nuestro buen amigo Edgar, un gran amigo en medio de la selva, medio hippie, medio socialista, muy compartido y alivianado... liviano. La casa nueva que esperamos poder habitar dentro de unos días aún no la entregan. Mientras tanto somos homeless y nos cuidamos para no apestar al tercer día.

Bitácora de vuelo