lunes, agosto 23, 2010

FIN

Todo lo que comienza termina, todo muere y este blog no es la excepción. El impulso creativo-destructivo-resentido que le dio vida se agotó. Me he habituado, más o menos, a los fantasmas; se va aprendiendo a pasar por alto el dolor: esa confluencia de la vida y la muerte.

sábado, agosto 14, 2010

Sin saber por dónde

Comenzar... La ciudad ya no se parece a la que vi hace dos años; la visita relámpago del año pasado no cuenta. Me pierdo siempre entre los nuevos distribuidores viales y las obras en proceso. El clima no podría estar mejor. Ponerse pantalón es de pronto algo nuevo: usar zapatos, chamarra; no usar desodorante. Parece por momentos que en la calle la gente se me queda mirando. Camino con mi perra una hora y no encuentro un solo bote de basura para echar la bolsita con su caca. Cargo la bolsita con caca una hora.
La casa paterna es otra y la misma (sí, lugar común), me gusta, es tan acogedora y calmada, tantas comodidades, tanta televisión, tanta agua caliente, tanto alcohol, tanta cordialidad; me canso pasando los canales hasta que me quedo dormido, como siempre los contenidos son puras pendejadas pero me gusta, me hipnotiza, me dejo idiotizar y luego en la cama recuerdo en su cuerpo otros cuerpos que también habitan los recuerdos de mi cama. Me siento curado y libre. A veces me preocupa no tener casi nada y otras descubro que no tener casi nada es también una forma de tenerlo casi todo, cuando menos en forma de energía potencial... tener, tener, tener... No envidio a mis contemporáneos. Mi perra no tiene nada, sólo me tiene a mí y a pesar de eso es una perra malcriada. La ciudad nos ha sentado bien cuando menos por estos breves días que no alcanzan para todo lo que tenemos que hacer.
Sigo vivo, es una fortuna y una sorpresa, veo el largo camino hasta Australia allá enfrente mientras limpio el barco, aliso mi ropa, no tengo nada, no soy nada, he dejado tanto atrás, he fracasado una y otra vez, soy el hombre más feliz del mundo...
No me interesa más escribir bien, no tengo ganas de revisar esto, allá va la botella, lejos...

viernes, noviembre 27, 2009

Alta traición

No amo mi patria.
Su fulgor abstracto
es inasible.
Pero (aunque suene mal)
daría la vida
por diez lugares suyos,
cierta gente,
puertos, bosques de pinos,
fortalezas,
una ciudad deshecha,
gris, monstruosa,
varias figuras de su historia,
montañas
-y tres o cuatro ríos.



José Emilio Pacheco

Lo que cuesta la vida

Pasar dos noches en hospital de medio pelo en lugar de pasarlas en los separos del MP entre otros criminales como tú: 3000 pesos.
Mordida para liberar tu automovil antes de dos meses: 3000 pesos.
Pago de infracciones que no cometiste: 2500 pesos

Que un suicida se arroje contra tu vehículo en una vía principal sin iluminación no tiene precio.
Para todo lo demás están tus pocos ahorros, los de tus amigos, los de tu familia más cercana y la bendición de contar con un seguro de buena cobertura.

No, definitivamente no amo mi patria.

viernes, noviembre 06, 2009

Cuando me da el váguido

En las dos últimas semanas me he sentido enfermo. De repente, a cualquier hora comienzo a sentir dificultad para respirar, como si mis pulmones no pudieran llenarse completamente de aire. La semana pasada en la noche me puse peor, se me entumecieron los labios y me hormigueaban las extremidades, la sensación de ahogamiento aumentó, me sentía mareado y pensé sinceramente que moriría en Puertro Morelos en los brazos de la mujer que amo, tuve miedo. Durante mucho tiempo había pensado que lo mejor que podría yo hacer era morir, en verdad creía que no sería capaz de desarrollarme exitosamente en ninguna actividad económicamente productiva o no productiva. Soy muy proclive a la dispersión, las cosas me aburren muy pronto, me cuesta trabajo lidiar con las personas y tengo muy pocos amigos, qué podría esperar. No creía que valiera la pena matarse trabajando para entrar en la cadena alimenticia y sin siquiera llegar a ser famoso o rico o cuando menos respetado, al diablo, pensaba, pinche vida está mal hecha. A fuerza de vivir uno se acostumbra, va encontrando pequeños gustos, a medida que el cuerpo se deteriora más se aferra a la vida. Jadeante, a las tres de la mañana, en la noche completamente silenciosa de mi colonia, pensé que no quería morir aún, que no quería morir ahí, en ese pueblo olvidado, que no quería dejar sola a mi mujer, que aún quería hacer algunas cosas, qué cosas, no lo sé, ni sé si lograré hacerlas, pero en ese momento sentía ganas de reconciliarme con todos y con todo. Recordé a mi abuelo que renegó de la iglesia toda la vida y el día de su muerte, agonizante, pidió que le llevaran a un cura. El malestar sigue, a veces mejora con un aerosol como el que usan los asmáticos y que me recetó un médico que no supo lo que me pasaba. Y esto es todo, no hay conclusión.

miércoles, septiembre 30, 2009

Comida y grafitti

¡Tortazo!

Ayer fue el cumpleaños de un buen amigo y decidí regalarle una tarta de frutas. Hice una base de galleta quebradiza con mantequilla, la horneé cuidando celosamente la temperatura y, una vez enfriada, le extendí una fina capa de chocolate, luego la rellené con una crema pastelera aligerada con crema batida y aromatizada con vaina de vainilla natural y arriba acomodé kiwis prolijamente rebanados, pitahaya idem, zarzamoras y uvas globo. Aunque suene fácil y se pueda describir así de breve, pasé prácticamente todo el día construyendo la tarta perfecta. En la noche causó una grata impresión entre todos los invitados a la celebración, todos la alabaron, alabaron la combinación perfecta y armoniosa de las frutas, alabaron la cremosidad del relleno, el punto exacto de la galleta, recibí felicitaciones, pidieron mi número para futuros pedidos, preguntaron minucias acerca de la elaboración, se propusieron como accionistas de una hipotética pastelería, en fin, un éxito total, una tarta bomba. Me sentí feliz por un instante, orgulloso de mi creación. Luego de unos diez minutos, todo había desaparecido. Uno de los comensales dijo algo que no había pensado yo antes de ese modo pero es relativamente cierto: "los chefs son como los grafiteros, hacen una gran obra y cuando se dan cuenta ya no está: arte efímero". Claro que un buen platillo debe ser también susceptible de producirse en serie pero ese es tema para otro post.

viernes, septiembre 25, 2009

With a bible and a gun

I went out walking with a bible and a gun
The word of God lay heavy on my heart
I was sure, I was the one

Johnny Cash, "The Wanderer"

El asesino del metro Balderas refirió que fue al D.F. explicitamente a difundir su mensaje, sus ideas. Afirmó también ser un asiduo lector de la Biblia. Fue a difundir sus ideas para que la humanidad estuviera prevenida. El asesino venía de una ranchería y al parecer dice haber cursado la carrera de veterinaria, es decir que probablemente piso aulas universitarias aunque algo me dice que no se tituló. Traía cinco mil pesos y pensaba regresar a su pueblo cuando se le terminaran, lástima que no se le terminaron antes, cuando cinco mil pesos no deben durar, duran, pinche ley de Murphy.
Tengo una amiga que lloró al ver el video de la balacera. A mí también me puso mal, me pone mal tanta violencia, como si fuera el nacimiento de algo terrible, como si todos lo sintiéramos pero prefiriéramos voltear la cabeza a otro lado. Dan muchas ganas de tomar una pistola e hincarse a leer la Biblia.
Una rata amaestrada, regularmente amaestrada, un laberinto siempre cambiando de organización, paredes altas, siempre más y más altas, cada día una cámara, una bóveda oculta, una trampa ya vista pero no vista esta vez que vuelvo a tropezar en ella. Mi pensamiento es la rata, mi mente el laberinto.
Quien haya estado aquí antes ya sabe que no hay mucho que decir. Ánimo de canción de Radiohead. Nada para la acción, soy lo que contemplo, soy todo, no soy.

jueves, septiembre 24, 2009

Acerca de Einstein

El otro Einstein de Andrés Ruemer. Teatro “Telón de asfalto”, calle Perpetua número 4 casi esq. con Insurgentes.

Me voy enterando de que Einstein tuvo un hijo esquizofrénico al que vio por última vez cuando tenía 21 ó 22 años. ¿Einstein o el hijo? Sobre éste y otros chismes trata una obra de teatro. Estaba escuchando a una mujer hablar acerca de esto en la radio. En la obra se exploran los recovecos de la vida privada de Einstein: que si fue machista, que si era mal esposo, que si su exmujer murió en la miseria, etcétera. Casi nunca pienso en Einstein como una persona normal, de carne y hueso, me parece que el hombre real fue suplantado en la historia de la humanidad por la leyenda un mero vehículo de un conocimiento superior, el que trae el fuego de los dioses, no me importa en realidad su vida privada. ¿No es eso parte del chisme? Y si él no hubiera deseado eso, en fin, qué sería de la vida sin el chisme. Me gustaría ver la obra, de hecho desde hace días me gustaría ver cualquier obra de teatro o ir a la cineteca o a la UNAM o a otro lugar cualquiera lejos del paraíso. Por aquí casi no hay nada de eso que suelen llamar alimento del alma. Es una sensación extraña, como de luces que se te van apagando por dentro, luego dejas de extrañar, supongo.
Y por otro lado escucho que todo está tapado en el Distrito Federal. Bloqueado Tlalpan, intensa carga vehicular en eje 1 centro, tránsito lento en segundo piso del periférico, y un largo, largo etcétera. Sin embargo a pesar del agua que escasea, la violencia que germina, el tránsito eterno y omnipresente, la paulatina formación de un exoesqueleto en los pobladores, a pesar de tanta y tanta mierda flotando en el ambiente a veces extraño mucho el D. F.
Afuera está nublado. Hace dos días que no voy al mar. Nubes negras cubren ocasionalmente el cielo.

miércoles, septiembre 23, 2009

Tiempo y fatalidad

Siempre ha sido duro para mí enfrentarme a la hoja en blanco, supongo que lo mismo será para la mayoría o no existiría entonces el mito de la hoja en blanco. Padezco últimamente cierta amnesia del oficio, olvidos no de cosas sino de modos de hacer cosas. Debo de reconocer que estos últimos diez años de vida los he pasado la mayor parte del tiempo echando la hueva, consumiendo substancias prohibidas y en compañía femenina. Sumergido en la sensualidad de mierda, como un sapo en el lodo y eso no es lo terrible, lo terrible es que todo yazga allá, solamente en el pasado, que trozos de esos momentos no pueden vivirse ya ni nada que se le parezca tampoco.
Ya no siento hace tiempo la semilla de una historia germinando en mis pensamientos diarios. Ahora pienso mucho en la fatalidad del tiempo, en la juventud que acaba, en las cosas que jamás volverán a ser lo mismo que fueron. Un alejarse de botes de nuestra costa hasta que simplemente no hay más botes y quedamos solos en la majestuosa playa del yo contemplando horizontes.
Esta última semana he estado muy a gusto echando la hueva. Tomándome unas merecidas vacaciones, aunque sea sin goce de sueldo. Fantaseo mucho, todo el tiempo, pienso en sexo buena parte del tiempo, una efervescencia….
Siento el fin de la juventud galopando sobre mi nuca, me atemoriza un poco. Supongo que lo mismo será para la mayoría.

Espejismo. Dolor de cabeza

sobre mis cejas una línea de horizonte
por ahí desfilan los fantasmas de la memoria
sobresale tu silueta
tu silencio de mujer que amé, mal
porque de todas las formas de amar escoge a veces uno
la peor;
no fuiste tú, no serás jamás tú
fui yo y la mala forma de amar