jueves, diciembre 04, 2008

Hoy ten miedo, pero no temas

La obra de Orwell se ha vuelto el manual del mundo moderno; prefiguración del escenario hacia el que el mundo tiende. George Orwell (1903-1950) en su magnífica novela 1984 describió, 60 años atrás, cierta forma de desinformación colectiva y deformación de la percepción llamada en su obra Doublethink. El Doblepensar, como suele traducírsele, consiste en la facultad de sostener dos opiniones contradictorias simultáneamente, dos creencias contrarias albergadas a la vez en la mente: decir mentiras a la vez que se cree sinceramente en ellas, olvidar todo hecho que no convenga recordar, y luego, cuando vuelva a ser necesario, sacarlo del olvido sólo por el tiempo que convenga, negar la existencia de la realidad objetiva sin dejar ni por un momento de saber que existe esa realidad que se niega, son algunas de las formas en que opera el Doblepensar.
Hay una larga lista de ejemplos que ilustran estos métodos en los medios masivos de desinformación. Cada quien debiera tener su propia lista, eso nos mantendría un poco más alertas, más críticos. El doblepensar que está más de moda es la táctica del miedo, el miedo a ser más pobres, siempre se puede estar un poco peor, no importa que tan peor se esté. Por un lado nos lo restriegan en todos lados, esas vocecitas gangosas que escupen las radios, ese ruido, ese zumbido permanente, la telepantalla omnipresente, el tubo: Crisis, Crisis, Crisis! Crisis mundial, MUNDIAL! Ja, no tienes a dónde huir. Ja, te tenemos de los cojones, ratón, ten miedo, ten miedo porque nosotros somos los que repartimos la comida, somos los que ordenamos los despidos, ratón, somos los que movemos las paredes del laberinto, ratón, mañana puedes despertar y ser un desempleado, pasadomañana un indigente, ten miedo, cágate del miedo... Y, por otro lado, salen los pendejitos actrocitos de Televisa con su gran rebuzne a decir: échale ganas, eso es lo que has hecho siempre. Échale ganas, danos de tu dinero para el Teletón, para que nuestro pobre jefecito Pirrurris pueda deducir de sus impuestos más donaciones altruistas, ayuda a los jorobaditos, a los cojitos, a los taraditos, esos sí que está jodidos. Ojalá que no pero tú podrías tener un hijo así. No tengas miedo, échale ganas, ganas son lo que le faltan a tu país, échale ganas, trabaja, sacrifícate como lo has hecho toda la vida, jódete como lo hicieron tus ancestros, como lo harán tus hijos, tu casta de burros está destinada a sobarse el lomo, a agacharse como todos. ¿Todos? Ten miedo, pero no tengas miedo.

En verdad que lo mejor sería apagar de una buena vez y para siempre el televisor.

¡Haz patria, mejora el planeta, mata un televisor y úsalo como maceta!
Ah, si yo pudiera hacerlo, si tan solo pudiera hacerlo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Un día mi televisión se incendió mágicamente. De eso ya casi han pasado dos años. Desde entonces no he invitado a esa turba de pendejos a mi casa. Los boté de mi familia.

Letisha Carlop dijo...

mmm... digo... Me recordó también a Bradbury y su Farenheit 451, él también sabe del mundo que se avecina, de esa Familia que nos olvida de pensar.

Espero que esté muy bien, un abrazo.