martes, diciembre 23, 2008

El amor es una palabra hueca

No importa mucho qué pienses tú o qué piense yo acerca de los puentes; tú estabas de un lado y yo del otro, caminamos sin vernos, yo miraba el piso, tú el río o el precipicio. No sé en qué punto nos encontramos, estoy casi seguro de que fue más cerca de mi lado, de mi extremo, porque tú debes caminar más rápido que yo, tampoco importa mucho. Te pedí un beso y eso me asombró primero a mí, porque yo no puedo a veces con esas solicitudes, los besos son como el poder, como la libertad, se arrebatan no se piden; tú en el fondo te reíste, muy en tu fondo, en ese calor que se mueve lento como buscando caminos o mejor inventando laberintos entre tus vísceras, luego te acercaste al barandal. Era un puente que era un camino que era una línea que rayaba el cielo muy alto y muy arriba, que recibía fuerte el aire, que el aire movía tu cabello, que sonreía en tu rostro, era un puente a la vez que un puerto y un lugar donde no había que dejar rastros. ¿Qué veías, qué pensabas en ese momento? Ya no lo recuerdas, está bien, han pasado meses y todo ha cambiado tanto en tan poco tiempo, como siempre. Un buen día, sin darme cuenta ya estás aquí, enfrente de mí, detrás de mí, abajo, arriba, estorbándome en las letras y en estas putas negras palabras. Ya te he dicho antes que las palabras no me alcanzan, no me gustan, cuando menos las que conozco; para hablar de lo que siento por ti la palabra amor me parece a la vez tan corta y tan vasta y tan ambigua y tan torpe; una palabra retardadita, pobre, que anda babeando todo con su estupidez; o acaso no es retardadita sino que está muerta y la andamos entre varios paseando como un títere grotesco que va dejando gusanos, larvas de mosca y hediondez por todos lados. Luego uno sin darse cuenta camina apestando todo con esa cantaleta de te amo, te amo, hacer el amor decir teamo, besar decir te-amo, oler decir te-amo, recibir cartas decir te-amo, teamote amo,te amo aquí, allá, allende. Y tengo por todo esto una labor encajada como espina invisible, una búsqueda... No, búsqueda no, más bien se trata de moldear una palabra hueca que juntos podamos rellenar con calma como si fuera una alcancía, una palabra hueca donde se vayan acomodando todos los instantes que disfrutamos y luego lamentamos que pasen vertiginosos y sin pausa; pedimos la hora y descubrimos asustados que las seis o las cuatro que estuvimos juntos duraron apenas treinta y tantos minutos.

No hay comentarios.: