lunes, abril 17, 2006

Corbata

Hace unas horas encontré una revista entre los papeles de un cesto de basura, me fijé en ella porque sobresalía y me dio por pensar en las cantidades estúpidas de papel que se desperdician en este lugar. ¿Por qué las oficinas gozan de esa impunidad? ¿Por qué el mundo moderno, posmoderno, el actual y póngale el lector el nombre que guste, está tan enraizado en la cultura del desperdicio? Divago, no sé nada, el mundo es ajeno, que den las explicaciones los que piensan, como siempre. Saqué la revista y encontré un artículo acerca de las corbatas. Descubrí con tristeza y vergüenza que el nudo Windsor ya no se usa, ya no está "In". Lo comenté con papá y preguntó ¿Yo uso el nudo Windsor? Sí, tú usas algo así como doble Windsor, respondí. Está pasado de moda, es ñoño según el asesor de imagen de esta prestigiada revista que cogí de un cesto entre papeles que debían su destino a una coma, a una mala alineación de los márgenes de impresión, a un correo electrónico repetido, etc. ¿Y ahora cuál se usa? Preguntó. Estoy aprendiendo a hacerlo. Entre mis primeros recuerdos está mi padre anudándose la corbata con su doble Windsor. Fue hasta los 28 años que descubrí que el secreto del nudo no eran pases mágicos , sólo un par de vueltas, un par de apretones, un tirón y el detalle del nudo. De niño me parecía la corbata de mi padre una especie de herramienta indispensable para su trabajo, el final allegro de su elegancia, el remate personal de su traje. Hace casi un año que me anudo las corbatas que mi padre ya casi no usa y he aprendido a disfrutar el ritual. A veces debo intentar varias veces hasta sentirme satisfecho con el resultado. Todo se ha conmocionado al enterarme de que el nudo Windsor ya no se usa. He intentado el día de hoy probar con otro nudo, más pequeño, que aprendí en las ilustraciones de la revista. Tres veces he tenido que ir al baño sólo para comprobar que, aunque esté de moda, no tiene la perfección simétrica del Windsor. Beberé café hasta la hora de la comida. Hoy me siento triste y es bueno saber que a nadie le importa y que al fin, los lectores de esta página se han aburrido del silencio.

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