lunes, junio 06, 2005

Fragmento patético

Querida:
Recibí tu mensaje pero mi teléfono se encuentra desde hace días en bancarrota y no pude responderte. Ayer también tuve un día eterno, dormí bastante. Como oso sólo me levanté para comer. Pero bueno, ya pasó y hoy es lunes de nuevo. Me parece curioso cómo pasa ahora el tiempo, antes las semanas con sus días perdían todo sentido, vivía yo un domingo que no terminaba. He estado pensando seriamente en morir, en estos tiempos contemplo la idea del suicidio sin dramatismos, sin actos heróicos, sin avisos; detenerme, sólo eso quiero, acabar con esta vida y con este cuerpo tan fiel cargado de recuerdos, no, no es por dolor, no por cobardía, creo que sólo es un hastío hasta de los atardeceres. Es un vacío, una falta de interés. ¿Merezco que se me culpe? No me importa tampoco. En fin, seguramente seguiré por aquí, no me tomes muy en serio. Alguna vez te has fijado en lo extraño que resulta pensar en un mundo sin uno, sin estar ya en él. Cómo podría seguir el mundo sin mí. Creo que me puedes entender, creo que has sentido cosas similares, yo llevo pensando tanto tiempo en esto, refugiándome en ideas escapistas como un consuelo a mi alcance. ¿A quién sino a ti puedo hablarle de estas cosas? Tú no vendrás con sermones ni filosofías de optimismo. Es más, no comentemos el contenido de estacarta. Déjaselo al silencio. Hoy estoy muy triste y quisiera dormir. Tuyo,

No hay comentarios.: